Convencer a los clientes de abrir el espacio no fue fácil… siempre aparecen dudas y aprehensiones (¡las entendemos!). Pero si ya estábamos remodelando la cocina, ¿por qué no hacerlo a fondo y aprovechar al máximo? Para nosotros, dejar entrar la luz y cambiar la dinámica de la casa era clave.
El comedor se integró a la cocina, generando fluidez entre preparar, compartir y vivir.
Cada rincón tiene su función: cocinar, disfrutar y reunirse.
De la cocina a la mesa, sin pausas… ¡y con el jardín como telón de fondo!
fotos @sebastian_cfnts